El objetivo de este blog dar a conocer nuestra experiencia como padres de un niño que nació con una hemiparesia izquierda, por si puede ayudar a otros padres que pasen por la misma situación.
En el blog vamos contando las distintas terapias que hemos aplicado a nuestro hijo, y que creemos que pueden ser de interés para otros niños.
En la parte izquierda del blog están las páginas del blog, en las que vamos contando toda nuestra historia clasificada según la edad que iba teniendo el niño. Todos los nuevos Artículos, además de estar en la página "Artículos Recientes", también los copiamos en las páginas clasificadas según la edad, para que quede de una forma mas ordenada en función de la edad del niño.

miércoles, 23 de febrero de 2022

OBJETIVO: VOLTEO. BOBATH Y VOJTA

 

OBJETIVO: VOLTEO


BOBATH Y VOJTA


El primer objetivo que nos marcamos, fue conseguir una movilización general, porque hasta entonces no se movía casi nada, y que el niño voltease, es decir que pasase de estar tumbado boca abajo a boca arriba y al revés.

Para conseguir este objetivo nos enseñaron Bobath y Vojta.

Nuestra forma de trabajar, es que vamos al fisio una vez a la semana, nos enseñan los ejercicios que tenemos que hacer en casa, y a la semana siguiente nos evalúan y corrigen como lo estamos haciendo, y nos van enseñando poco a poco otras cosas, cuando ya tenemos aprendidas y superadas algunas.

Creo recordar, que las primeras semanas, íbamos dos veces a a la semana, porque no sabíamos nada y necesitábamos aprender mas cosas.

La terapia Bobath que nosotros hacemos, son repeticiones de ejercicios de fisioterapia clásicos, como por ejemplo voltear tu al niño de forma forzada y mecánica, con repeticiones (20 o 30 repeticiones del mismo ejercicio en cada sesión), para que el vaya adquiriendo esos patrones de movimiento, y a base de mucho repetir y repetir, durante muchas semanas, llega un día que el cerebro del niño asimila ese patrón de movimiento, y lo consigue hacer el solo.

Sobre la terapia Vojta, hay opiniones a favor y en contra, yo creo que cualquier terapia que pueda ayudar a mi hijo, la voy a probar y a trabajar, y sobre los que creen que el niño sufre, yo creo que si no rehabilito a mi hijo al máximo de sus posibilidades, mas va a sufrir, con las secuelas que le van a quedar el resto de su vida, por no haber probado otras terapias y trabajado lo suficiente.

Además, yo no conozco a casi nadie que tenga recuerdos de cuando tenía menos de 5 o 6 años, y además en estos años el progreso de la rehabilitación de los niños es mayor, por lo que creo que en los primeros 6 o 7 años de vida del niño hay que hacer un esfuerzo de rehabilitación al máximo, llegando al límite de nuestras posibilidades.

Casi todas las madres lloran cuando ven como el fisio le hace Vojta por primera vez a su hijo de pocos meses, y el niño no para de llorar. Y luego tu se lo tienes que repetir a tu hijo en casa 3 o 4 veces al día. Los niños lloran mucho, y los padres lo pasan fatal al hacérselo, pero hay que hacerlo. He conocido alguna madre que no era capaz de hacerle Vojta, pero me parece un error, aunque cueste, hay que hacerlo por el bien del niño. Además no creo que a los niños les duela, es mas que lloran de rabia o porque están incómodos.

Yo estoy a favor de la terapia Vojta, sobre todo los primeros meses, porque sirve para el “despertar” del niño. Mi hijo hasta los 14 o 15 meses, estaba como anestesiado, no tenía energía, le podías dejar en una cama o en una silla de bebes, y estaba horas sin quejarse, ni moverse.

La gente decía que niño mas tranquilo, pero era porque no se podía mover, estaba como preso en su propio cuerpo, y había que liberarle.

Yo creo que Vojta, le ayudo a activarse, a despertar, a tener mas energía.

Le hicimos Vojta desde los 9 meses y pico hasta los 17 meses, casi siempre 3 veces al día, festivos 4 veces al día, y algunos días 2 veces al día. La recuperación fue asombrosa, parecía otro niño.

Nuestras sesiones de rehabilitación eran de aproximadamente 45 min (15 min Vojta y 30 min Bobath), 3 veces al día.

Los primeros resultados se ven relativamente pronto porque hay mucho que progresar, y después de mes y medio de trabajo intenso, mi hijo consiguió voltear a los 11 meses de vida. La alegría fue enorme, y aún lo sigue siendo cada vez que consigue un logro.

Esto es a lo que me refiero que estos niños son especiales, y se intensifican mas los sentimientos malos, pero también buenos, porque cuando tu hijo consigue voltear, es una felicidad tan grande e intensa, que se te olvida todo el trabajo y sufrimiento, es la felicidad absoluta.

Yo tengo otro hijo, y en niños sin hemiparesia, la rutina te va comiendo los días, y no vas prestando atención a esos detalles, o son menos intensos. Cuando un niño sin hemiparesia voltea dices “a muy bien”, le das un beso y ya está, pero con un niño con hemiparesia, parece que has conseguido subir el Everest.