El objetivo de este blog dar a conocer nuestra experiencia como padres de un niño que nació con una hemiparesia izquierda, por si puede ayudar a otros padres que pasen por la misma situación.
En el blog vamos contando las distintas terapias que hemos aplicado a nuestro hijo, y que creemos que pueden ser de interés para otros niños.
En la parte izquierda del blog están las páginas del blog, en las que vamos contando toda nuestra historia clasificada según la edad que iba teniendo el niño. Todos los nuevos Artículos, además de estar en la página "Artículos Recientes", también los copiamos en las páginas clasificadas según la edad, para que quede de una forma mas ordenada en función de la edad del niño.

viernes, 11 de marzo de 2022

“FRASES QUE DUELEN MUCHO”

 

“FRASES QUE DUELEN MUCHO”

Andrés es un niño con parálisis cerebral que esta mas afectado que mi hijo. Va en silla de ruedas, y con 6 años empezó a andar un poco con ayuda de unos bastones. Cuando Andrés consiguió dar su primer paso, a su madre le pareció que era un éxito enorme e hizo un vídeo y se lo mandó a sus familiares mas cercanos.

La madre de Andrés me contó que uno de sus familiares le respondió: “Si, no está mal, pero casi no anda, es muy poco, ¿no? ”.

Cuando llevas seis años luchando todos los días para que tu hijo consiga dar un paso aunque solo sea de 1 centímetro, ese es el mayor logro del mundo para ti, y en realidad es que objetivamente es un gran logro. 

Las personas que no se dan cuenta de eso, aparte de no saber de lo que están hablando, tienen muy poca sensibilidad con los sentimientos y la situación que están viviendo las otras personas.

Estas “Frases malditas” o “Frases que duelen mucho” las hemos sufrido casi todos los padres de niños con parálisis cerebral, y sobre todo dichas por familiares muy cercanos, de los que esperas mucho. A lo mejor es ese nuestro error, esperar demasiado de ellos.

En mi caso, también me sucedió algo parecido, y mayo de 2011, después de 2 años aplicando la terapia restrictiva en el brazo, con unos resultados objetivos muy buenos, según los médicos y los fisioterapeutas, en una conversación que tuve por teléfono con mi suegro sobre la rehabilitación de mi hijo, me dijo la frase maldita: “¿y quién te ha dicho a ti que la terapia restrictiva sirve para algo?, porque yo le veo al niño igual que si no le hicieras nada.”

Aparte de ser falso, ya que como he dicho antes, mi hijo ha mejorado mucho gracias a la terapia restrictiva (es uno de los pilares de nuestra rehabilitación), es una frase que duele muchísimo porque menosprecia toda la rehabilitación que llevas haciendo durante años, dejándote la vida, y que esa persona no valora en absoluto.

Son frases sin corazón, dichas por personas insensibles que no tienen en cuenta los sentimientos de las otras personas.

Creo que a mi en la vida se me ocurriría decir algo así a alguien sobre un hijo, y menos sobre un hijo con alguna minusvalía, en el que los padres nos volcamos tantísimo y son el centro de nuestras vidas.
Es una frase, que no vas a conseguir olvidar, ni te vas a quitar de la cabeza, porque de una persona tan cercana esperabas otra cosa.

Desde ese momento dejé de hablar con mi suegro sobre la rehabilitación de mi hijo, bueno en realidad sobre cualquier cosa que no fuera el tiempo, buenos días o buenas noches.

También he dejado de hablar con el resto de familia y amigos sobre la rehabilitación de mi hijo, porque me he dado cuenta de que no lo van a entender, ni a sentir como nosotros, para ellos es un problemilla que ven de vez en cuando, pero para nosotros forma parte de nuestras vidas todos los días y todas las horas del año.

Hablo sobre rehabilitación con mi mujer, con los médicos y fisioterapeutas, y con otros padres que están en una situación parecida.

Si alguien de la familia pregunta por la rehabilitación, le respondo muy escuetamente que toda va muy bien, y que seguimos trabajando, e intento cambiar de conversación para no profundizar mucho.

Con el paso del tiempo he llegado a la conclusión de que los objetivos y la forma de llevar la rehabilitación la marcan los padres con la ayuda de los profesionales, y el que acepte y se una a estos objetivos y forma de trabajar, bienvenido será. El que se mantenga en una posición neutral, ni ayude ni entorpezca, que también hay familiares así, muy bien también. 

Pero si algún familiar resta energía, no comparte mi forma de llevar la rehabilitación, está continuamente poniendo quejas y problemas, etc, lo siento pero no tengo ni tiempo ni energía para dedicarle a él o intentar convencerle, que por otra parte ya lo he intentado mucho. 

Ya tengo muy claro cuales son mis objetivos y donde quiero llegar, y el que quiera acompañarnos en este camino, bienvenido será, y el que no, se quedará en el camino.