OBJETIVO: CARRERA
En septiembre de 2012, mi hijo ya corría a bastante velocidad. Podríamos decir que corre como si fuese un niño normal pero un poco descoordinado.
Como datos de referencia, diré que en estas fechas en la cinta eléctrica de andar, corre sin agarrarse a una velocidad de 8,5 km/h y agarrándose a una barra llega a 9,7 km/h.
Esa es una velocidad de carrera rápida en la que el niño solo está unos 10 o 15 segundos, y hacemos 3 repeticiones. El resto del tiempo trabajamos a velocidades menores entre 1,5 y 2,5 km/h. Trabajamos aproximadamente una hora, con un descanso de 5 minutos, y en total recorremos unos 2,5 km.
Llevábamos con la cinta de andar dos años y medio, y la evolución había sido muy buena.
Para mí, la cinta de andar es una herramienta fundamental en la rehabilitación.