NAVIDADES
Las navidades de 2010-2011 las volví a
vivir con estrés y tensión, porque la familia reclamaba un tiempo
que no teníamos.
En nuestro caso del 20 de diciembre al
20 de enero, tenemos 10 días perdidos de rehabilitación casi
obligatorios por reuniones familiares, si a eso le unimos los días
que vamos al fisio, los días que vamos a la piscina, algún día con
amigos, los posibles días que a lo mejor se pone enfermo el niño, o
algún día que quiera salir a dar una vuelta con mi mujer, al final
en un mes solo le podemos hacer en casa menos de 10 días de
rehabilitación, es decir la mitad de los días. Son demasiados días
perdidos de rehabilitación en un mes.
Para mi la clave de la rehabilitación,
son las horas de rehabilitación en casa, la constancia, y el trabajo
del día a día.
Esos 20 días perdidos no se pueden
recuperar después en febrero como mucha gente piensa, y te dice: “ya
los recuperaras después, pero estos días de navidad son
especiales”.
Eso es como decirle a alguien que todos
los días corre 20 km, que si pierde 5 días de entrenamiento, que no
pasa nada, y que después un día corre 100 km y los recupera y ya
está, es imposible.
Además para mí los días
“especiales”, son los que hago rehabilitación con mi hijo, no
los de navidad, y son los días en los que soy mas feliz y me siento
mejor por el deber cumplido.
Como no podíamos perder tantos días
de rehabilitación, decidí sacrificar de lo que yo creía que podía,
de mi tiempo personal, y solo ir a las mínimas reuniones familiares
imprescindibles.
Al final, después de algunas
discusiones familiares, conseguí solo perder 7 días de reuniones
familiares en un mes, y aún así me parecían demasiadas porque era
un día de cada cuatro.