El objetivo de este blog dar a conocer nuestra experiencia como padres de un niño que nació con una hemiparesia izquierda, por si puede ayudar a otros padres que pasen por la misma situación.
En el blog vamos contando las distintas terapias que hemos aplicado a nuestro hijo, y que creemos que pueden ser de interés para otros niños.
En la parte izquierda del blog están las páginas del blog, en las que vamos contando toda nuestra historia clasificada según la edad que iba teniendo el niño. Todos los nuevos Artículos, además de estar en la página "Artículos Recientes", también los copiamos en las páginas clasificadas según la edad, para que quede de una forma mas ordenada en función de la edad del niño.

martes, 8 de marzo de 2022

NAVIDADES

 

NAVIDADES

Las navidades de 2010-2011 las volví a vivir con estrés y tensión, porque la familia reclamaba un tiempo que no teníamos.

En nuestro caso del 20 de diciembre al 20 de enero, tenemos 10 días perdidos de rehabilitación casi obligatorios por reuniones familiares, si a eso le unimos los días que vamos al fisio, los días que vamos a la piscina, algún día con amigos, los posibles días que a lo mejor se pone enfermo el niño, o algún día que quiera salir a dar una vuelta con mi mujer, al final en un mes solo le podemos hacer en casa menos de 10 días de rehabilitación, es decir la mitad de los días. Son demasiados días perdidos de rehabilitación en un mes.

Para mi la clave de la rehabilitación, son las horas de rehabilitación en casa, la constancia, y el trabajo del día a día.

Esos 20 días perdidos no se pueden recuperar después en febrero como mucha gente piensa, y te dice: “ya los recuperaras después, pero estos días de navidad son especiales”.
Eso es como decirle a alguien que todos los días corre 20 km, que si pierde 5 días de entrenamiento, que no pasa nada, y que después un día corre 100 km y los recupera y ya está, es imposible.

Además para mí los días “especiales”, son los que hago rehabilitación con mi hijo, no los de navidad, y son los días en los que soy mas feliz y me siento mejor por el deber cumplido.

Como no podíamos perder tantos días de rehabilitación, decidí sacrificar de lo que yo creía que podía, de mi tiempo personal, y solo ir a las mínimas reuniones familiares imprescindibles.

Al final, después de algunas discusiones familiares, conseguí solo perder 7 días de reuniones familiares en un mes, y aún así me parecían demasiadas porque era un día de cada cuatro.