LOS PADRES PUEDEN HACER LA MEJOR REHABILITACIÓN PARA SUS HIJOS
Nosotros
estamos convencidos de que la mejor rehabilitación que pueden tener
nuestros hijos es la que le podemos hacer los padres en casa,
complementada con los fisioterapeutas y médicos.
Cuando
empecé en este mundo de la rehabilitación en el año 2008, me di cuenta
de que las horas de rehabilitación que se hacían normalmente a los niños
eran insuficientes. Para conseguir excelentes resultados de
rehabilitación, debemos hacer a nuestros niños entre 15 y 25 horas
semanales, dependiendo de cada circunstancia.
En
la mayoría de los casos esto solo se puede conseguir si somos los
padres los que asumimos el reto de ser los responsables absolutos de la
rehabilitación de nuestros hijos.
Por esto creamos CLIREM, para ayudar a padres que quieran asumir este reto, probablemente el mas difícil de toda su vida.
Es
un camino muy difícil el que nos ha tocado vivir, pero también hay
grandes alegrías al ver como nuestros hijos consiguen sus objetivos.
El
primer paso que tenemos que hacer, es autoconvencernos de que si no
rehabilitamos nosotros a nuestros hijos no lo va a hacer nadie. Si
dejamos la responsabilidad en médicos y fisioterapeutas, y nosotros solo
observamos, debemos estar convencidos de que la rehabilitación será
peor. Si nuestro hijo no se rehabilita bien va a ser solo culpa nuestra
que no hemos hecho todo lo necesario, que no hemos puesto toda nuestra
mejor energía y nuestro tiempo para conseguirlo.
Son
pensamientos duros y difíciles de asumir, pero tenemos que estar
convencidos de ello en nuestro interior para sacar la fuerza de voluntad
y la constancia necesaria para emprender este camino.
La gente me pregunta, que como puedo tener tanta fuerza de voluntad, y creo que es porque yo pienso de ese modo.
Si
tuvieses que llevar a tu hijo en brazos 500 kilómetros para salvarle de
la muerte, ¿no lo harías?, andarías cada día un poco, pero al final lo
conseguirías. ¿O te pararías a esperar a ver si pasa un coche o un
autobús, o si alguien te ayuda?. Si tienes el convencimiento de que
estas en un desierto tu solo, lo harías, no te quedaría mas remedio, y
darías todo tu tiempo y energía para conseguirlo.
Creo
que la principal causa de que haya padres que no consigan esa fuerza de
voluntad, es que realmente no han interiorizado que es el único camino
que tenemos, o al menos el que mejor resultados va a dar.
Muchos
padres piensan que los médicos o fisioterapeutas les van a solucionar
el problema. Este tipo de pensamiento puede ser debido a que en la
mayoría de especialidades médicas, la responsabilidad de que salga bien o
mal la asumen los médicos. Si te tienen que operar del estomago o del
corazón, tu prácticamente no puedes hacer nada, y te tienes que poner en
manos de los médicos. Ellos asumen la responsabilidad.
Pero
en rehabilitación, no es así. Si eres adulto, asumes tu la
responsabilidad con tu trabajo y tu constancia, y si son niños, somos
los padres los que asumimos esa responsabilidad.
Además
muchos padres buscan auto-excusas. Es curioso como funciona la mente
humana, pero muchas veces se autoexcusa para no hacer algo.
Para
no cumplir con un horario estricto y diario de rehabilitación buscamos
excusas del tipo: es que mis horarios de trabajo no me lo permiten, es
que como tengo mas hijos no tengo tiempo, es que como mi casa es pequeña
no tengo un sitio donde hacer rehabilitación, es que yo no se de eso,
es que no puedo dominar al niño y hace lo que quiere, es que hoy hay han
venido familiares a casa y no hemos podido hacer rehabilitación, es que
pobrecito con lo que sufre, como le voy a exigir yo mas, etc.
Si queremos podemos buscar mil excusas o problemas para no cumplir nuestros horarios de rehabilitación.
Creo
que la causa de esta forma de pensar, es porque realmente no hemos
meditado suficiente sobre el asunto, y no hemos interiorizado que somos
nosotros los únicos que podemos hacer la mejor rehabilitación de
nuestros hijos, y que cada hora que perdamos es una hora preciosa de
rehabilitación que por su bien, podíamos haber aprovechado.
Cada
familia, tiene sus circunstancias y sus problemas, pero también es
cierto que cada posible problema tiene una solución, y que si estamos
convencidos que es lo que debemos hacer y lo único que podemos hacer,
emplearemos toda nuestra energía en encontrar esas soluciones.
O
acaso en el ejemplo anterior de llevar a nuestro hijo en brazos 500
kilómetros buscaríamos excusas del tipo: es que estoy muy cansado y no
puedo llevarle, es que sudo mucho, es que el camino tiene muchas
piedras, es que me duele la espalda, etc. Probablemente no, porque
estaríamos convencidos de que si no lo hacemos, moriríamos nosotros y
nuestro hijo. Andaríamos cada día un poco hasta el límite de nuestras
fuerzas.