UN CASO DE ÉXITO: MERCEDES
Voy
a contar un caso real de éxito de rehabilitación de una hemiplejia que
conocemos personalmente, y que me parece digno de alabar, y una muestra
de lo que se puede conseguir con mucho trabajo, constancia y fuerza de
voluntad.
Mercedes
es una mujer de unos 40 años que tiene hemiplejia derecha. Cuando tenía
24 años tuvo un accidente de moto, y estuvo en coma casi dos meses.
Cuando despertó tenía como secuelas del accidente una hemiplejia
derecha. Los médicos le dijeron que no volvería a andar. Empezó la
rehabilitación estando interna en el hospital, y solo tenía un objetivo,
una fijación, una obsesión: volver a andar.
Según
me cuenta Mercedes, para otros pacientes lo importante era que no les
doliese, no sufrir o aprender a desplazarse bien en la silla de ruedas.
Para ella no, lo importante, “lo único” era volver a andar. Daba igual
si dolía o si había que sufrir mucho, o estar 10 horas al día haciendo
rehabilitación, lo importante era conseguir el objetivo: “volver a
andar”. Me parece fundamental esa determinación, el centrar todas tus
energías y tiempo en conseguir un objetivo, lo demás pasa a ser
secundario. Aunque no conocíamos a Mercedes, cuando nosotros empezamos
la rehabilitación, tenemos una forma de enfocar la rehabilitación muy
parecida, y los resultados en el caso de Mercedes y de mi hijo son
espectaculares comparados con otras personas que siguen una estrategia
de rehabilitación mas tradicional y menos intensiva, de menos de 15
horas semanales de rehabilitación.
Una anécdota que me contó Mercedes y que me encanta porque demuestra su fuerza de voluntad es la siguiente:
Estaba
realizando ejercicios para empezar a andar, y estaba de pie e intentaba
dar un primer paso y se caía al suelo, con el consiguiente golpe y
dolor. Después de mucho intentarlo tenía el cuerpo lleno de golpes y
hematomas, y su madre le recomendaba que lo dejase un poco, que
descansase (incluso su madre llegaba a llorar por ver a su hija sufrir
tanto), pero ella decía “es que creo que estoy casi a punto de
conseguirlo, voy a intentarlo una vez mas que yo creo que esta vez va a
ser la buena”, y lo volvía a intentar, y se volvía a caer, y volvía a
repetir, “una vez mas....”.
La
inmensa mayoría de la gente no tiene esa fuerza de voluntad, ni esa
capacidad de sufrimiento. Normalmente se cede ante el dolor, el
cansancio, las presiones o comentarios familiares, etc.
Mercedes
actualmente anda perfectamente, y te tienes que fijar para ver un
pequeño patrón de movimiento incorrecto. La mayoría de las personas que
no saben de hemiparesia o hemiplejia no se dan cuenta. Los médicos se
equivocaron, porque no tuvieron en cuenta que ella era una persona
especial, tiene una fuerza de voluntad excepcional. Como limitación
tiene que no es capaz de correr.
Antes
del accidente, Mercedes era diestra, y ella dice “si yo antes era
diestra, y era capaz de escribir o usar el ordenador con la mano
derecha, ¿porque no lo voy a hacer ahora?”. Después de hacer una
rehabilitación muy intensiva también en la mano y en el brazo, Mercedes
consiguió tener la habilidad suficiente en la mano para poder escribir.
Actualmente,
ya han pasado bastantes años desde el accidente, pero en su día a día,
ella hace un esfuerzo consciente por usar la mano derecha. Siempre usa
la mano derecha para escribir, usar el ordenador, abrir puertas, etc.
Pero también reconoce que a veces, se despista, y por ejemplo abre las puertas con la izquierda.
Además
Mercedes también monta en bicicleta, aunque reconoce, que cuando se
presenta algún obstáculo se pone un poco nerviosa y pierde el
equilibrio. A mi hijo le sucede algo parecido, cuando va en bicicleta y
ve un perro a lo lejos, o un bache, ya empieza a ponerse nervioso, y le
entra inseguridad y eso se traduce en una pérdida de equilibrio.
Mercedes
también esquía, y eso ya si que me parece increíble y alucinante. Su
razonamiento es el de siempre: si yo lo hacía antes porque no lo voy a
hacer ahora. Que una persona con hemiplejia esquíe, por la coordinación
que se necesita, parece de ciencia-ficción, pero existe, al menos hay un
caso en que es posible. Eso si, por pistas verdes y facilitas. Creo que
su cuerpo aún tiene recuerdos de como moverse, y eso le ayuda.
En
el caso de los niños que han nacido con hemiparesia o hemiplejia, me
parece muy difícil, por no decir casi imposible que consigan esquiar.
Creo que es mucho mas importante durante los primeros años que el niño
adquiera y estado físico general bueno, y que aprenda y perfeccione
habilidades básica como andar, correr, mover su mano afectada, o incluso
montar en bici. Esquiar me parece una actividad secundaria, que se
podrá aprender cuando el niño sea mas mayor si se quiere, y tiene un
estado físico bueno.
Ese
esfuerzo consciente que hace Mercedes por usar su mano derecha, hace
que todos los días de manera natural ejercite y rehabilite su mano
afectada con las actividades de la vida cotidiana.
La
mayoría de personas que tienen hemiparesia o hemiplejia, van
“olvidando” poco a poco su lado afectado, y lo dejan de usar, hasta que
con el paso de los años tienen una cojera muy pronunciada y su mano o
brazo afectado lo usan muy poco.
Mercedes me parece un ejemplo de lo que nuestro hijos pueden y deben conseguir.
Mientras
son pequeños es nuestra obligación, tener esa fuerza de voluntad por
ellos, para conseguir la mejor rehabilitación posible. Pero cuando sean
mayores, tendrán que ser ellos los que tengan la disciplina y la fuerza
de voluntad suficiente, para hacer el esfuerzo de usar su lado afectado
en las actividades del día a día. Y es muy difícil conseguirlo, ya que
por comodidad, instintivamente siempre tenderán a usar su lado no
afectado, y tendrán que luchar conscientemente contra eso.